Gabrio Bini solía trabajar como arquitecto en Milán antes de que él y su esposa Geneviève compraran su lugar en la pequeña isla volcánica de Pantelleria, en las afueras de Sicilia, en 1994. Comenzó con una hectárea de vides y alcaparras, centrándose en las alcaparras al principio y luego convirtiéndose en a las viñas autóctonas Pantellerianas pignatello, catarratto y zibibbo.

Bini investigó mucho antes de empezar a hacer vinos, buscó a un profesor de la escuela de agricultura de Milán para que le aconsejara sobre vinicultura lo que le fue muy útil. Luego investigó sobre la elaboración del vino en Georgia, la forma en que nacía el vino hecho en ánforas. Comenzó su investigación en 1995, y la primera cosecha y producción tuvo lugar en 2005. Son 10 años de aprendizaje y estudio de cómo hacer vinos y el resultado son vinos realmente únicos. Según Gabrio Bini hacer vinos naturales es arriesgarse, quien hoy en día hace vinos convencionales no sabe hacer vinos. Cuando usas tantos químicos es fácil, cualquiera puede hacerlo. Sin correr riesgos en absoluto.

Hace unos años su hijo Giotto que vive todo el año en la isla de Pantelleria, sigue los viñedo y la producción.

Todos sus vinos  pasan por una larga maceración con los hollejos y se conservan en ánforas de terracota enterradas en el viñedo.

Bini compró un terreno cercano donde las vides tienen entre 100 y 120 años. Por lo general, la gente se llevaría estas vides para plantar otras nuevas debido al bajo rendimiento, pero Bini las conserva porque la calidad es fantástica. De estos viñedos elabora el Heritage con sólo 600 botellas al año y Reserva con 300 botellas al año.

Los vinos de Gabrio & Giotto Bini son únicos, una experiencia salvaje y pura en una copa.