Todo comenzó en 2002 cuando Theo Coles se encontró con un  grabado de un carnero grande y de aspecto feo parado en un campo. Como él lo describe, la imagen desafiante, un poco salvaje, tenía un encanto del viejo mundo y era muy neozelandesa. Theo compró el cuadro y lo colocó en su sala.

Diez años después, Theo se cruzó con Gareth Renowden, propietario del viñedo Limestone Hills, en Waipara Gorge que hizo plantar mil vides de Pinot Noir en un hermoso suelo de piedra caliza activa. Gareth necesitaba ayuda para hacer su vino y después de una caminata y una charla acordaron hacer el vino juntos. Theo pensó: “al menos podré beber un Pinot decente…”

El viñedo de Gareth cumplía todos los requisitos: es pequeño y fue plantado naturalmente. La primera añada de Pinot Noir se hizo en 2012, todo de forma natural, sin adiciones y madurado en una cuba de roble. A medida que el vino maduraba, también fue mejorando cada vez más, hasta que reveló el verdadero carácter del viñedo: una mezcla de aromas frutales y una acidez salada. El vino estaba listo para ser embotellado. 

Fue ese el momento en el que Theo, sentado en su sofá contemplando cómo debía presentar la botella, miró hacia arriba; y ahí, enfrente de su rostro, estaba el grabado del carnero. Así nació The Hermit Ram, el nombre resumió el espíritu de trabajar con sitios pequeños y técnicas antiguas, aplicadas a los sabores de Nueva Zelanda.

 Hoy la gama de vinos se ha ampliado. En general, la fruta proviene de pequeños viñedos en toda la región de Canterbury de Nueva Zelanda. Cada vino tiene una historia que contar. Las vides se cultivan de forma natural y los vinos se elaboran con la mínima cantidad de aditivos. Los vinos de Hermit Ram tienen profundidad, complejidad e individualidad.