Alex Craighead es un agricultor orgánico con sede en Nelson, una ciudad en la Isla Sur de Nueva Zelanda. Cultiva su propio Sauvignon Blanc, Riesling, Pinot Gris, Gewürztraminer, Chardonnay, Pinot Noir y Syrah de forma orgánica, sin productos químicos. 

Sus métodos son estrictos por lo que evita el cobre tanto como pueda, en su lugar utiliza algas, abono y guano de murciélago para combatir problemas como el moho en las vides. Depende en gran medida de los cultivos de cobertura, al igual que de los árboles locales repartidos por toda la zona del viñedo. En la primavera, antes del envero, las ovejas de su vecino cortan el césped, comen las hojas y ayudan a fertilizar. La familia de Alex tiene una pequeña manada de ganado que también ayuda.

En la bodega, Alex mezcla variedades de formas que nunca antes se habían experimentado. Además, se basa en una amplia gama de técnicas y equipos para producir sus vinos. Se utilizan muchos recipientes diferentes para la fermentación y el envejecimiento. Entre ellos ánforas, barricas viejas de roble francés, cubas de polietileno y acero inoxidable, todos variados en tamaño. Normalmente los vinos se elaboran mediante una combinación de técnicas como maceración carbónica, prensado directo y maceración de hollejos, entre otras.

Trabaja con Pied de Cuve, una especie de “iniciador” de uvas de cosecha temprana, el cual comienzan a fermentar antes de que se traigan las cargas principales para que pueda ayudar a que las levaduras naturales se pongan en marcha rápidamente. Los vinos se embotellan a mano usando gravedad en lugar de bombas y no hay adiciones de ningún tipo, ni siquiera azufre.

En una época de manipulación y ciencia, estos vinos son producto de la experimentación y de cuestionar las técnicas y leyes que Alex aprendió en sus estudios y experiencias laborales. Estos son vinos “vivos” y evolucionan a partir de cada cata.